sábado, 7 de mayo de 2016

La Revolución Mexicana



Inicios del movimiento

Muchas personas de diversa condición social por distintos motivos estaban inconformes con el gobierno de Díaz. Cuando uno de sus principales colaboradores, Bernardo Reyes, no fue elegido para la vicepresidencia en las elecciones que se aproximaban, este se inconformó, y aunque después Reyes acepto ser enviado como comisionado a Europa, muchos de sus seguidores decidieron unirse al movimiento antireeleccionista de Francisco I. Madero, que se oponía a la idea de que el presidente pudiera reelegirse.

La popularidad de Madero creció enormemente entre diversos grupos sociales a lo largo y ancho del país, entre ellos los obreros y la clase media de las ciudades. Esta popularidad inquietó a Díaz, por lo que ordenó a encarcelar a Madero en San Luis Potosí, poco antes de las elecciones, y como era de esperarse resultó ganador el propio Díaz. Creyendo que esta medida sería suficiente, puso libre a Madero, quien de inmediato se fue a San Antonio, Texas, donde redactó el Plan de San Luis, en el que llamaba al pueblo a una revolución que debía iniciarse el 20 de noviembre de 1910. En este plan reconocía el problema agrario, pedía justicia para los campesinos y que se restituyeran las tierras que habían sido arrebatadas.
Pocos grupos se levantaron en armas el 20 de noviembre pues en algunas ciudades los preparativos para el combate fueron descubiertos por el gobierno de Díaz; y en otras, sus líderes fueron asesinados antes de que llegara la fecha. Por estos acontecimientos varios grupos decidieron esperar a que otros se rebelaran, como en Chihuahua donde finalmente varios hombres y mujeres se lanzaron a la lucha.

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