museo
El Museo Nacional de Culturas Populares abrió sus puertas el
24 de septiembre de 1982. Su fundador y primer director fue el antropólogo
Guillermo Bonfil Batalla.
Es un espacio abierto a la diversidad en el que se fomenta
el diálogo intercultural a partir de acciones que favorecen el conocimiento,
reconocimiento y respeto por la diversidad y el pluralismo cultural.
Su propósito fundamental es documentar, difundir y estimular
las iniciativas de los creadores de las culturas populares de México, en los
ámbitos rurales y urbanos, a través de exposiciones y con la realización de
actividades artístico-culturales.
Este museo es visto como una entidad viva, donde es
fundamental la participación activa de creadores y organizaciones culturales
para la concepción y definición de las actividades que se realizan dentro y
fuera de sus instalaciones. Asimismo, para que las organizaciones populares se
vinculen ente sí y participen de manera integral en el desarrollo de su vida
cultural.
El Museo Nacional de Culturas Populares está dedicado a
mostrar las distintas formas artísticas, sociales y culturales de los pueblos
típicos mexicanos, deseosos de un espacio que mostrara al público local,
nacional y extranjero sus costumbres y expresiones. Es considerado un monumento
histórico por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el INAH.
Hasta 1734, el edificio perteneció a la parroquia de San
Juan Bautista, pasando a manos del Estado por la promulgación de la Ley de
Desamortización de los Bienes del Clero. Posteriormente, el inmueble estuvo a
cargo de varios particulares, siendo en 1975 sede del Instituto para Hijas del
Ejército; luego casa de campaña del presidente José López Portillo en 1976,
quien lo decretó como el Museo Nacional de Culturas Populares en 1982*.
Encontrarás hermosas y coloridas exposiciones temporales,
talleres, conferencias, lectura de cuentos y ferias gastronómicas, artesanales
y culturales.
En el interior del Museo Nacional de Culturas Populares te
esperan gratas sorpresas que van desde alebrijes, telas y utensilios en
talavera, barro y madera, hasta el impresionante “Árbol de la vida”, obra de
barro que mide 5 metros de alto, siendo una fusión del arte de los pueblos
indígenas, de los españoles y de la cultura negra. Por su tamaño y lo delicado
del material fue muy difícil trasladarla de Metepec, Estado de México, a
Coyoacán.
Cuenta con salas de exposiciones, una sala para niños,
biblioteca, un patio-sala de espectáculos y mucho color… como nuestra cultura
mexicana.
Es toda una tradición visitar el Museo Nacional de Culturas
Populares a finales de Octubre y principios de Noviembre, en el día de Muertos.
Pueblos indígenas de diferentes partes de México expresan aquí su cosmovisión
sobre la muerte con altares, rituales, ofrendas, etc. Este festejo fue
declarado por la UNESCO en 2003 como “Obra maestra del patrimonio cultural oral
e inmaterial de la humanidad”.
karen flores lópez
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